BASI, localizada en Bluffton, Ohio, es una empresa de gestión medioambiental en pleno crecimiento que presta servicios a diferentes mercados, que comprenden el sector industrial, municipal y residencial. Terry George es gerente de ventas de BASI y trabaja en la empresa desde hace tres años. Aprendió el negocio desde abajo, cuando era conductor de un camión aspirador. El año pasado, le dieron la oportunidad de probarse en ventas, una jugada que probó ser fructífera para él y para BASI.
En octubre de 2006, George estaba leyendo una publicación comercial y vio un anuncio de desnatadores de aceite. Al ver el anuncio, se le ocurrió una idea, pensó que un desnatador de aceite podía ser la solución para una cuenta que acababa de llegar. La nueva cuenta era una planta de fundición de la zona que contrató a BASI para bombear una mezcla de agua y aceite. Poco después de que llegara la cuenta, el propietario de BASI, Rob Strahm, y George tuvieron una charla sobre desnatadores de aceite y analizaron si el desnatador podía beneficiar a la empresa. Strahm le sugirió a George que investigara un poco más. George estudió los desnatadores de aceite para determinar si la compra de un equipo era rentable para BASI y su nueva cuenta.
En el pasado, BASI almacenaba las mezclas de agua y aceite de los clientes en un tanque colector que permitía separar el agua del aceite. Debido a que no contaban con un método eficiente de remoción de aceite, BASI le pagaba a alguien para que transportara el aceite y el agua, lo que aumentaba los costos de eliminación. Sabiendo que la nueva planta de fundición generaba más aceite de desecho, BASI decidió que necesitaba un nuevo método de remoción de aceite para reducir costos y mejorar los procesos.
“Investigué varios desnatadores y me di cuenta de que podíamos usar uno y adaptarlo para que hiciera lo que necesitábamos que hiciera”, dijo George.
Sobre la base de las investigaciones de George, BASI decidió comprar un desnatador de tubo flotante a Oil Skimmers Inc., un fabricante de desnatadores y equipos desnatadores de aceite con sede central en Cleveland.
“Hasta que no sumamos la planta de fundición a nuestra clientela, nunca habíamos tenido que extraer la cantidad de aceite de desecho que produce una planta de fundición. Ahora que tenemos el desnatador de aceite, estamos en condiciones de atender a otros clientes con las mismas necesidades”, cuenta George.
Después de que se ha separado el aceite del agua, el desnatador de tubo flotante desnata el aceite de la superficie; BASI vende el aceite extraído y deja el agua.
El desnatador de tubo flotante que compró BASI es compacto, totalmente automático y está diseñado para ser utilizado en zonas de difícil acceso. El tubo colector del desnatador serpentea en torno a los desechos flotantes y se ajusta a los cambios de nivel, por lo que no se ve afectado por los residuos que haya en el agua. Cuando el aceite se adhiere al tubo, este es conducido al desnatador donde los limpiadores quitan el aceite. Luego, el tubo limpio es devuelto al agua para seguir recogiendo aceite.
BASI eligió el modelo horizontal porque necesitaba que se ajustara a la abertura pequeña de la boca de inspección del tanque colector. George personalizó la aplicación construyendo un soporte en el que montó el desnatador, de modo que este quedara suficientemente alto por encima de la boca de inspección. El aceite de desecho cae en la batea colectora del desnatador de donde sale por una línea de drenaje al tanque colector vecino de 5000 galones.
“El único gasto importante fue la inversión inicial en el desnatador que se amortizó de inmediato tras la segunda carga de aceite recuperado”, explicó George.
Y agregó: “Durante el primer año de la compra del desnatador, se desnataron aproximadamente 15 000 galones de aceite de desecho. Cuando no teníamos el desnatador, vi el tanque colector de aceite de desecho lleno solo una vez en los tres años que hace que estoy en BASI”.
Debido a que antes de la compra del desnatador de tubo flotante, el tanque de aceite de desecho se llenaba de agua, a BASI le salía muy caro desechar ese aceite. Desde que BASI usa el desnatador, la cantidad de agua en el aceite es mínima, lo que ha aumentado el valor para el comprador de aceites de desecho y en consecuencia los ingresos de BASI.
“Antes de tener el desnatador, solíamos sacar 15 centavos por galón de aceite desechado debido a la cantidad de horas de mano de obra que se necesitaban para separar el aceite del agua. Ahora, el comprador se lleva el aceite desnatado por un precio por galón tres veces mayor. También se ha reducido el costo de eliminar el agua. Este ahorro pasa a nuestros clientes”, señaló George.
Además, George está muy conforme porque puede dejar el desnatador sin supervisión y dedicarse a su trabajo.
“Puedo dejar el desnatador funcionando las 24 horas, todos los días, sin preocuparme de apagarlo. En nuestra aplicación, junto con el aceite de desecho, sacamos muchísima basura, como cerdas de escoba y botellas plásticas. No debemos preocuparnos de que esto afecte el funcionamiento del desnatador”, explicó George.
El desnatador de tubo flotante no solo ayudó a incrementar los ingresos, sino que también hizo crecer a BASI como empresa.
“Desde que usamos el desnatador, hemos triplicado la envergadura de esta parte del negocio. Gracias a esta mayor capacidad, estamos mejor posicionados para buscar nuevos clientes con las mismas necesidades”, contó. También prevé que, en la medida que el servicio siga creciendo, BASI comprará otro desnatador.
Agregó: “El desnatador de aceite no solo es una inversión para ahorrar dinero, sino también una inversión para ganar dinero”.